De
repente ocurre. Le conoces. Te enamoras de cada sonrisa. De cada
tontería. De sus chistes, de sus gracias. De la forma en la que se
peina. Las caras que te pone. Sus miradas, forma de caminar, de
vestir. De sus gestos. Sus manías. Sus canciones favoritas. Sus
detalles. De cada lunar que tiene en cada parte de su cuerpo .La
manera tan peculiar que tiene de quererte, de llamarte "mi
niña”. Y todo cambia. Para bien o para mal. Y sabes que es él, y
nadie más. Y te acuerdas del primer beso, la primera tarde, la
primera frase. El primer te quiero. Cuando te enseño a creer en ti,
a valorarte más. A caminar de la mano, a ver la vida desde la curva
de su sonrisa...!
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